EL LIBRO SECRETO DE EUGENIO BARBA
Por fin! abres la caja fuerte y esperas encontrar un libro....pero Oh sorpresa, al parecer, solo hay una hoja en el interior de la caja, seguramente teddy escondió el resto, o por su glotonería seguramente se las comió y para colmo, la ultima parte de la hoja esta rayada y hay puro jeroglifico que el oso aparentemente anoto con crayon..en fin....trabaja con lo que tienes
LEE LA HOJITA DE TEDDY
El actor y director teatral Eugenio Barba desarrolló una disciplina de la investigación escénica a la que denominó Antropología Teatral, básicamente lo que se propone estudiar es el comportamiento de los seres humanos que se encuentran en estado de representación, es decir, qué es lo que pasa física, psicológica y culturalmente con la persona que se prepara o ha adquirido el oficio de la escena. Esta disciplina se plantea reconocer y la manera en que se ponen en práctica los principios que rigen el “bios” escénico, es decir, el nivel fundamental de presencia escénica, que independientemente de la formación actoral, estilo teatral o entorno cultural, comparten los actores de diferentes partes del mundo, así como también de todas las épocas de la historia del teatro; precisamente eso que otros han llamado el “gen” del actor. Los principios pre-expresivos son elementos constituyentes del “bios” escénico, se refieren a la base del comportamiento que adquiere el ser humano en sus procesos corporales y mentales al estar en situación de representación; este comportamiento está caracterizado por un empleo extra-cotidiano del esfuerzo en el accionar, así como por la forma y ejecución particulares de la acción humana que se dan en la escena. Aunque Eugenio Barba profundiza en el estudio de las técnicas de utilización del cuerpo en la escena, no deja de estudiar a la imaginación como motor de ese comportamiento corporal distinto, extra-cotidiano, que posee el actor.
Las técnicas cotidianas de utilización del cuerpo están determinadas por razones culturales y sociales y nos son inculcadas desde que nacemos, las aprendemos porque las observamos primero de nuestros padres y después en el resto de nuestra sociedad, son convenciones de conducta, de lenguaje, de gestos corporales que nos sirven para convivir día a día con la gente. Es por esta razón que la mayoría de las personas se mueve, se expresa, se traslada, se emociona, siente el dolor, reposa y entra en acción, todo esto sin ser apenas conscientes de ello. Todo cambia, claro, si estamos hablando de un individuo que se desenvuelve en la escena, para quien el cuerpo y su manera de comportarse son de los principales objetos de estudio en su profesión. La necesidad de conocer al propio cuerpo y sus técnicas de utilización corresponde a la necesidad de poder transformarlo, es decir, de hacerlo accionar de manera distinta a lo cotidiano, de poder reaccionar ante estímulos que aunque “verdaderos”, provienen de la imaginación y no de la realidad; tendrá que volverse capaz de romper sus límites, de comunicar con su cuerpo, de exponerlo, de dar vida a otra persona (con identidad, voluntad y metas), animal u objeto que haya sido dispuesto por la mente de otra persona. La auto-conciencia de la postura y el movimiento, el estudio de estilos de comportamiento, la danza, la acrobacia, ciertos deportes, las artes marciales, el yoga, etc., serían algunos ejemplos de técnicas de utilización extra-cotidiana del cuerpo que suelen usarse en la preparación corporal del actor.
El hecho de que la representación requiera que el actor se enfrente necesariamente al espectador, obliga al primero a desarrollar un cuerpo que posea la cualidad de mantener despierta y alerta la atención del segundo, que pueda hacerle ver claramente los detalles internos y externos del personaje que representa, y hacerle entender también el mensaje expresado por el mismo. A esta cualidad de mantener el interés del espectador para llevarlo a participar de la ficción se le conoce como presencia escénica. Estos atributos del cuerpo del actor pueden desarrollarse, el entrenamiento en el uso de las técnicas extra-cotidianas del cuerpo tiene esa finalidad. Según Eugenio Barba se puede observar un “estado puro” en el que el actor manifiesta su presencia escénica aún sin llegar a expresar ni representar nada, a este nivel aún carente de significaciones lo conoce como nivel pre-expresivo.
Lo que Barba intenta es trazar un camino claro por el que el actor pueda transitar para potenciar las cualidades de su presencia, poner su cuerpo en forma para interesar al espectador, llamar su atención, sorprenderlo constantemente, producir la acción, que es la vida del teatro. El conocimiento y apropiación orgánica de estos principios propicia un cuerpo inteligente, sumamente responsable como requiere la complicada construcción de la ficción y la participación del espectador en las convenciones
Existen varios puntos Pre Expresivos que son kdjflkwhf983yhfqiu3qfdhyq80fh3oiqhwdfouh3q7ofhyy3981gbrh3uoqp89yqi2rfhow;jlf;huweirkjnf;ouq3fwh;oih;kweq
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Las técnicas cotidianas de utilización del cuerpo están determinadas por razones culturales y sociales y nos son inculcadas desde que nacemos, las aprendemos porque las observamos primero de nuestros padres y después en el resto de nuestra sociedad, son convenciones de conducta, de lenguaje, de gestos corporales que nos sirven para convivir día a día con la gente. Es por esta razón que la mayoría de las personas se mueve, se expresa, se traslada, se emociona, siente el dolor, reposa y entra en acción, todo esto sin ser apenas conscientes de ello. Todo cambia, claro, si estamos hablando de un individuo que se desenvuelve en la escena, para quien el cuerpo y su manera de comportarse son de los principales objetos de estudio en su profesión. La necesidad de conocer al propio cuerpo y sus técnicas de utilización corresponde a la necesidad de poder transformarlo, es decir, de hacerlo accionar de manera distinta a lo cotidiano, de poder reaccionar ante estímulos que aunque “verdaderos”, provienen de la imaginación y no de la realidad; tendrá que volverse capaz de romper sus límites, de comunicar con su cuerpo, de exponerlo, de dar vida a otra persona (con identidad, voluntad y metas), animal u objeto que haya sido dispuesto por la mente de otra persona. La auto-conciencia de la postura y el movimiento, el estudio de estilos de comportamiento, la danza, la acrobacia, ciertos deportes, las artes marciales, el yoga, etc., serían algunos ejemplos de técnicas de utilización extra-cotidiana del cuerpo que suelen usarse en la preparación corporal del actor.
El hecho de que la representación requiera que el actor se enfrente necesariamente al espectador, obliga al primero a desarrollar un cuerpo que posea la cualidad de mantener despierta y alerta la atención del segundo, que pueda hacerle ver claramente los detalles internos y externos del personaje que representa, y hacerle entender también el mensaje expresado por el mismo. A esta cualidad de mantener el interés del espectador para llevarlo a participar de la ficción se le conoce como presencia escénica. Estos atributos del cuerpo del actor pueden desarrollarse, el entrenamiento en el uso de las técnicas extra-cotidianas del cuerpo tiene esa finalidad. Según Eugenio Barba se puede observar un “estado puro” en el que el actor manifiesta su presencia escénica aún sin llegar a expresar ni representar nada, a este nivel aún carente de significaciones lo conoce como nivel pre-expresivo.
Lo que Barba intenta es trazar un camino claro por el que el actor pueda transitar para potenciar las cualidades de su presencia, poner su cuerpo en forma para interesar al espectador, llamar su atención, sorprenderlo constantemente, producir la acción, que es la vida del teatro. El conocimiento y apropiación orgánica de estos principios propicia un cuerpo inteligente, sumamente responsable como requiere la complicada construcción de la ficción y la participación del espectador en las convenciones
Existen varios puntos Pre Expresivos que son kdjflkwhf983yhfqiu3qfdhyq80fh3oiqhwdfouh3q7ofhyy3981gbrh3uoqp89yqi2rfhow;jlf;huweirkjnf;ouq3fwh;oih;kweq
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